Aplicación de Pruebas de Confianza Periódicas en la Empresa

Una prueba de confianza es un mecanismo que permite conocer el grado de honestidad con el que un futuro empleado se ha comportado en sus trabajos anteriores o en su caso para conocer cuál ha sido el comportamiento de un colaborador de la organización ante temas tales como conflicto de intereses, robo de materiales, fuga de información, abuso de confianza, consumo de alcohol y drogas, etc.

Un hecho poco conocido en las organizaciones es que la honestidad de los empleados es una variable y como tal puede ser medida y controlada. Una excelente forma de medir y de establecer controles sobre esta variable es el uso de pruebas de confianza periódicas incluyendo pruebas psicométricas, estudios socioeconómicos, así como el uso de entrevistas dirigidas y del equipo poligráfico.

Una prueba poligráfica periódica se aplica a personal dentro de la organización ubicado en puestos clave donde el desvío de información y/o de recursos es viable. Ejemplos de personas a las que se les debe aplicar una prueba de este tipo incluyen a Custodios, Agentes de Seguridad, Almacenistas, personal de Compras, entre otros.

La prueba poligráfica periódica tiene una duración aproximada de dos horas y consta de tres etapas: El llenado de un formulario encaminado a sensibilizar al evaluado en temas clave tales como robo, obtención de beneficios ilícitos, consumo de drogas, entre otros; la revisión junto con el evaluador del formato en busca de admisiones y/o aclaraciones oportunas a los temas tratados; y finalmente la aplicación de preguntas específicas relevantes y la valoración de las respuestas del evaluado mediante el uso del polígrafo.

Una prueba poligráfica periódica bien aplicada permitirá conocer no solo si el empleado evaluado está siendo desleal a la empresa, sino que también detectará problemas de supervisión, falla en los controles, falta de entrenamiento, tiempos muertos, entre otros.