La Investigación Encubierta en la Prevención de Robos en la Empresa

Una investigación encubierta es una metodología a través de la cual un investigador se involucra de forma discreta y clandestina en un proceso de fraude o robo con la intención de obtener información de primera mano sobre el caso, todo esto con plena autorización y conocimiento de la administración de la empresa. Este proceso permite que el investigador observe, documente, detalle e incluso participe en una actividad ilícita con afectación patrimonial para la organización.

El objetivo último de una investigación encubierta es la obtención de evidencia suficiente como para proceder laboral y/o penalmente en contra de los involucrados. Objetivos secundarios pueden incluir aspectos tales como: Recuperación de mercancía y/o materiales, revisión de procedimientos, valoración del nivel de lealtad de ciertos empleados hacia la organización, entre muchos otros.

Una investigación encubierta deberá ser utilizada cuando se tenga la certeza de la existencia de un robo o fraude dentro de la empresa, pero no se conozcan los detalles de la operación o en su caso cuando resulte poco viable y/o altamente riesgoso el aplicar un proceso tradicional de investigación abierta.

Otro uso de este tipo de procesos es la revisión periódica de operaciones y cumplimiento de procedimientos en áreas altamente vulnerables como pueden ser almacenes, logística, compras, entre otros.

El proceso de investigación encubierta permite obtener de primera mano información clave sobre el tipo y cantidad de mercancía y/o materiales que están siendo robados, las partes involucradas, la forma exacta en que el robo está ocurriendo, las políticas y/o procedimientos que están siendo vulnerados, las fallas del sistema, los problemas personales y/o de supervisión que ocurren en el área, conflictos de intereses, entre otros.

Para lograr esto, el investigador se hará pasar como empleado, cliente, proveedor o contratista de la empresa para ganarse la confianza de quienes estén siendo investigados y conforme esta confianza vaya creciendo ira obteniendo datos valiosos sobre el caso. Puestos de bajo perfil como pueden ser personal de limpieza, mozos, choferes y ayudantes generales son ideales para este tipo de servicios.

Dado que este trabajo es de alto riesgo, el desarrollo de la investigación y la identidad del encubierto deben ser de conocimiento únicamente de dos personas: Un Director o Gerente ya sea de Recursos Humanos o de Seguridad por parte de la empresa y un Coordinador de la Investigación por parte la empresa proveedora del servicio. Un proceso de este tipo deberá tener una duración de entre tres y cuatro meses para que se logren los objetivos planeados.

El éxito de la investigación encubierta depende de varios factores: Tener una idea clara sobre las áreas de la empresa afectadas por el ilícito, determinar la posición a la que se incorporará al investigador, escoger al investigador adecuado para el trabajo, establecer mecanismos claros de comunicación entre el investigador y el Coordinador de la Investigación, monitorear de forma continua el comportamiento y la lealtad del investigador, dar orden a la información recabada, dar una buena salida del caso al investigador encubierto, tomar acciones específicas respecto a la información recabada, entre otras. Es decir, el proceso de investigación encubierta no es fácil, requiere de mucha planeación y tiene un alto riesgo, pero si se lleva a cabo de forma metódica e inteligente será la mejor forma de recabar a detalle todos los datos relacionados con un ilícito en proceso.