La historia de los últimos años en México nos indica que el nivel de inseguridad ha ido en aumento de forma exponencial, y lamentablemente este índice ha aumentado radicalmente desde el primero de enero de 2017 con el ya tan mencionado “gasolinazo”. Este año inició no solo con fuertes retos económicos y políticos para el país, sino con un reto de seguridad enorme dada la serie de protestas, revueltas y violentos saqueos que han ocurrido en todas las entidades.

Dejando a un lado los temas políticos y económicos, los actuales saqueos y actos vandálicos son el resultado de acciones propiciadas por oportunistas y delincuentes quienes bajo la sombra de la protesta han dedicado esfuerzos a robar, dañar y menoscabar el patrimonio de cientos de empresarios.

El panorama es bastante complicado y se ve aún más complicado para los siguientes meses dado que están en puerta nuevos aumentos al combustible durante los siguientes días. Los eventos ocurridos durante la primera semana de enero del año 2017 reflejan solo la punta del iceberg de lo que se espera para los siguientes años en temas de seguridad.

Las afectaciones a las empresas han ido desde retrasos en los procesos de la cadena logística debido a los bloqueos carreteros y manifestaciones hasta los daños a propiedad y el pillaje en todo tipo de negocios, y aunque algunos sectores se han visto más afectados que otros, hoy en día no hay empresa que pueda decir libremente que sus operaciones y negocio no se han visto afectadas de una u otra forma.

A pesar del esfuerzo de las autoridades locales, estatales y federales, el hecho es que las revueltas, ataques a comercios, daños a propiedad y actos de pillaje han ido incrementando día a día y no se ve clara la fecha en que estos puedan llegar a ser controlados.

Bajo este escenario todo empresario con un local comercial debe tomar ciertas medidas de prevención y de control encaminadas a reducir la afectación al patrimonio y/o operaciones del negocio ante la presencia de actos vandálicos.

Haga un análisis frio y objetivo del riesgo que enfrenta su empresa. No todas las ciudades están enfrentando los mismos procesos sociales y no todas las zonas de las ciudades afectadas tienen el mismo grado de riesgo.

Aunque siempre es recomendable el estandarizar las medidas de seguridad en todas las locaciones de la empresa, la principal atención deberá estar siempre en las zonas que ya han sido afectadas ya que seguramente serán estas las que nuevamente volverán a verse afectadas.

Establezca medidas físicas de control. Limite el número de accesos a la instalación, refuerce puertas y ventanas con tapiales, herrería, cortinas metálicas o cortinas anticiclónicas. Instale barricadas y obstáculos que dificulten y retarden el acceso de grupos vandálicos. Recuerde que por más completa que sea una medida de seguridad física esta se puede violar siempre que se cuente con el tiempo para hacerlo. Si el acceso a la instalación es difícil los maleantes buscarán un edificio menos protegido para atacar.

Limite el número de herramientas, equipos y materiales que pueden ser sustraídos o dañados. Reduzca el inventario de sus artículos, ponga bajo llave los artículos de alto valor, haga uso de catálogos físicos o electrónicos para los productos de bajo movimiento. Si no hay artículos que robar los maleantes buscarán seguramente una mejor opción para atacar.

Establezca un plan de ayuda mutua. Hable con las empresas vecinas y vea la forma de establecer canales de comunicación. Negocios cercanos pueden turnar empleados para observar quién y con qué intención se acerca al a zona. Compre un kit de radios y compártalo con las empresas vecinas para que todos estén al tanto de lo que ocurre en la zona. Una empresa vecina con sucursales es una fuente confiable de información para saber también lo que ocurren en otras partes de la ciudad o del país.

Hable el tema abiertamente con sus colaboradores. Uno de los principales daños que estos actos vandálicos han estado provocando es la merma en la confianza del ciudadano promedio, la solución a este tema es la comunicación abierta. Establezca un canal de comunicación con su organización, limite el número de rumores y la comunicación de “radio pasillo”, vea que sus colaboradores entienden qué hacer y qué no hacer ante una contingencia y asegúrese que conocen y entienden el plan de contingencia de la empresa.

Evite confrontaciones y documente los hechos. Si su negocio se ve afectado por actos vandálicos o de rapiña evite cualquier tipo de confrontación y asegúrese que las autoridades locales están informadas del hecho. Fije un punto de reunión seguro para sus empleados en un lugar fuera de la instalación y trate, dentro de lo posible de documentar los hechos. Por favor no olvide presentar la denuncia aún y cuando la afectación haya sido menor.

Aunque no existe ninguna medida que evite con total certeza el que su negocio se vea afectado por actos vandálicos, el seguir estas seis medidas básicas le permitirá reducir el riesgo de ser afectado.