Cuando ocurre un ilícito patrimonial en una empresa pocas son las personas que se preocupan por conocer el costo real que esta afectación provocará en las finanzas de la organización. Esta valoración errónea provoca que muchos empresarios continúen renuentes a implementar un programa integral de prevención de pérdidas en el negocio.

Analicemos un ejemplo típico, el robo de una unidad de carga con producto terminado, donde, en el mejor de los casos tanto la unidad como el chofer serán responsabilidad de un tercero contratado para tal fin.

A simple vista, la afectación provocada a la empresa sólo incluye los costos de la prima del valor asegurado, que estarán en función del tipo y características de la carga, pero tras un análisis más detallado, la afectación económica nos podrá sumar una cantidad que puede exceder en una proporción de 4 y hasta 50 veces el valor total de la mercancía robada.

Un análisis objetivo incluirá factores tales como los costos provocados por la investigación del robo y la correspondiente denuncia ante las autoridades, la multa que aplicará el cliente por incumplimiento en los tiempos de entrega, el tiempo y costo de fabricación de la mercancía robada, el incremento de la prima de los seguros durante la próxima negociación, el costo del deducible, entre otros. Haciendo un estudio exhaustivo también deberíamos incluir el costo de la unidad perdida, de las lesiones provocadas, el sueldo de los policías asignados al caso, etc.

Un factor muy importante en este análisis es el costo de mercado, ya que cada producto que es robado termina en el mercado negro, donde además de convertirse en una competencia desleal, provocará clientes insatisfechos que, aún y cuando adquieran lícitamente nuestra marca, no tendrán acceso a las garantías, beneficios y servicios que normalmente se recibirían durante la compra con los distribuidores autorizados.

Cambiando la perspectiva del problema

Haciendo uso del ejemplo anterior, para muchos administradores la cuenta es muy simple: Si el robo de la carga fue de $ 10,000.00 USD y el costo del deducible del seguro es del 15%. ¿Cuánto es lo que tendrá que pagar la empresa para solventar la pérdida?, ¿No parece mucho cierto?

Pero analice el problema ahora desde otro ángulo: Si la utilidad de su empresa es del 3% al 4% como en la mayoría de los negocios y el monto del robo asciende a $ 10,000.00 USD. ¿Cuántas unidades adicionales tendrá que vender para lograr compensar esta afectación? ¿Cuánto tiempo tomará esto?, ¿Cuántas de esas unidades no podrán ser vendidas porque serán ofrecidas en el mercado negro?, ¿Cómo afectará esto los indicadores y utilidades del negocio?

¿Cambia este enfoque la perspectiva del tema? Estamos seguros de que sí. Este mismo enfoque es válido no solo cuando el robo ocurre durante el trayecto de la mercancía, sino cuando esta es sustraída por empleados, por clientes, por administradores desleales, etc.

Señor empresario haga cuentas y pregúntese: ¿Cuál es el costo real de los ilícitos patrimoniales en su negocio? El robo es un delito que simplemente no debe ocurrir en las empresas ya que puede ser prevenido y corregido si se cuenta con las herramientas adecuadas.