Dados los actuales niveles de inseguridad en el país y específicamente la creciente tasa de robos en casa habitación, una de las mejores recomendaciones que podemos hacerle a una persona es la instalación de un sistema de alarma en casa.

Un sistema de alarma es un equipo electrónico que da una notificación local y remota cuando un dispositivo es activado ya sea de forma manual o de forma autónoma mediante un sensor.

Definir el por qué exactamente estamos instalando un sistema de alarma en casa es el primer paso para poder hacer una compra inteligente. Si la instalación obedece a una serie de robos en la zona donde habitamos, el enfoque de los dispositivos estará hacia la comunicación de una intrusión; si la instalación del equipo obedece a que tenemos en casa una persona que puede requerir atención médica de emergencia, el sistema estará enfocado en agilizar la llegada de los cuerpos de auxilio. En todo caso los sistemas de alarma modernos pueden realizar tantas funciones como nuestro bolsillo lo permita.

Un sistema de alarma básico puede ser conseguido en tiendas como RadioShack, Costco y/o Steren por pocos pesos, pero este solo incluirá uno o dos sensores de movimiento dentro de la propiedad y tendrá una alarma local de pocos decibeles. Comprar un equipo en estas tiendas no es realmente recomendable. Un sistema formal de alarma pude ser conseguido por diversos proveedores mediante renta o mediante compra directa, adicionalmente se podrá o no contar con comunicación a una central que atienda las 24 horas del día cualquier emergencia por un costo mensual relativamente bajo.

El equipo mínimo recomendable para el hogar deberá incluir: Un panel de alarma que es en sí el cerebro de todo el sistema, un teclado el cual sirve para que el usuario se comunique con el sistema, una sirena la cual deberá siempre estar instalada en la parte externa del hogar y un determinado número de sensores de contacto y/o volumétricos que permitirán detectar movimientos dentro del hogar así como la apertura de puertas y ventanas. Casi todos los sistemas modernos permiten la comunicación de los eventos a uno o más teléfonos celulares, computadoras, etc., además de que se pueden agregar uno o más controles remotos que servirán para dar apertura remota al sistema o podrán ser usados como botones de pánico para notificar eventos muy específicos.

Aunque la elección del proveedor de alarmas es tema de un artículo anterior, es importante recordar que un buen proveedor de alarmas tendrá la infraestructura suficiente para rentarnos el equipo, para atender presencialmente cualquier tipo de emergencia y para dar servicio periódico a los equipos.

Una vez instalado el equipo se deberá hacer entrega al proveedor de un protocolo por escrito que de manera muy específica le indique que hacer en cada tipo de emergencia, por ejemplo: Al detectar una intrusión durante el día comunicarse por teléfono para verificar el evento, pero a partir de tal o cual hora enviar una patrulla de la policía local; si se presiona el botón de ayuda médica en el panel mandar una ambulancia, pero al presionar el botón de pánico móvil enviar una ambulancia con equipo de cardiología, etc.

Una excelente práctica al instalar un equipo de alarma es la de solicitar al proveedor la activación de una clave de amago en el teclado así como de una clave de amago verbal para la atención de las llamadas telefónicas. La clave de amago permite indicar al operador en turno que tenemos una emergencia, que requerimos del apoyo inmediato, pero que por cuestiones de seguridad no estamos en condiciones de dar mayor detalle.

Esta clave es opcional en casi todos los equipos y su activación no deberá significar cargo adicional para el usuario.

Todo equipo de alarma requiere de mantenimiento periódico y es muy recomendable que de cuando en cuando sea probado para ver tanto su efectividad como la verdadera reacción del proveedor ante la solicitud de ayuda. Todo equipo de alarma debe estar respaldado con un protocolo de actuación que debe ser conocido tanto por la familia como por el proveedor en turno.

Un sistema de alarma en casa es una excelente herramienta para resguardar los bienes del hogar y muy especialmente a los miembros de la familia. Los equipos deben ser instalados por personal bien entrenado y los proveedores deben ser administrados mediante contratos por escrito.