Los Vendedores de Humo en la Industria de la Seguridad

Como en cualquier área del conocimiento humano existen personas y empresas profesionales que se dedican a prestar servicios en los diversos campos del área de seguridad y proveedores “patito” que se dedican a engañar a incautos ofreciendo soluciones mágicas. Lamentablemente el mercado en México y América Latica está inundado de estos últimos.

Como ya hemos ido comentado en diversos artículos, la “Seguridad” es una disciplina profesional que por ignorancia y/o problemas de traducción recibe en Latinoamérica diversos nombres, pero que tiene un único fin: La prevención y corrección de las pérdidas patrimoniales. Esta industria es una de las de mayor crecimiento a nivel mundial y representa para las empresas gastos que pueden incluir hasta un 5% del total de sus ventas. A nivel gubernamental esta función es ejecutada por las fuerzas del orden público y a nivel privado por los departamentos de Seguridad o Prevención de Pérdidas de las organizaciones.

Al ser una disciplina tan extensa existen a nivel mundial asociaciones y programas de entrenamiento que buscan profesionalizar a los participantes de esta actividad, y aunque cada día es más común el encontrar profesionistas titulados en Seguridad, Derecho y/o Criminología, actualmente existen profesionales dedicados a esta actividad provenientes de las diversas áreas de ingeniería, licenciaturas, medicina, etc.

Existen también en el mercado un creciente número de defraudadores que se hacen pasar por “expertos en seguridad” y que aprovechan la necesidad, ignorancia y urgencia de empresas y particulares. Muchos de ellos logran sus ventas a base de “venta de miedo”, algo que es totalmente inaceptable y contrario a los cánones profesionales.

Pero, ¿Cómo identificar a un charlatán?

Existen ciertas características clave para identificar a un charlatán en el área de seguridad, algunas de las principales incluyen:

1. Es todólogo, no importa el tipo de servicio que se le pida, él lo puede hacer sin problema. Aunque existen médicos generalistas, si usted visita uno y tiene un problema de salud particular este le referirá con un colega especialista, esto mismo ocurre con los profesionales de la Seguridad. Los expertos en “todo” simplemente no existen en ninguna área del conocimiento humano.

2. Se presenta una y otra vez como un “experto”. Al dar una opinión “experta” tiene que sustentarla haciendo mención de algún entrenamiento o puesto de trabajo, la mayor parte de ellos totalmente inexistentes.

3. Avala sus servicios haciendo mención continua de clientes ficticios. Una vez más, trata de respaldar sus comentarios con testigos que al tratar de ser localizados no existen o simplemente no le conocen.

4. “Charolea” o hace mención continua de sus buenas relaciones en la policía y el gobierno. Menciona una y otra vez nombres de políticos prominentes y de jefes de policía, pero al solicitarle que haga uso de sus “influencias” para un proyecto en particular nunca logra contactarles o dice que “no quiere quemar el contacto”. Carga en su cartera tres o cuatro tarjetas de presentación de “contactos” que saca a relucir continuamente para avalar sus buenas relaciones.

5. No conoce o no hace uso de metodologías estandarizadas. No logra esbozar nunca el proceso de inicio a fin de un proyecto en particular. Dicho en palabras del autor Tom Peters: “Si algo no se logra explicar en 2 minutos de forma convincente simplemente no se entiende lo suficiente sobre el tema”.

6. No hace uso de una medida estandarizada de precios. Cobra según las capacidades de pago de su cliente y no en base a su trabajo. Está dispuesto a cobrar sin pensarlo hasta la tercera o cuarta parte de los costos de mercado porque simplemente no valora su trabajo.

7. Demerita de forma continua a los profesionales del medio. Hecha atrás cualquier trabajo previo y pasa una buena parte del tiempo de su presentación hablando mal de sus competidores, jamás alabará el trabajo de un colega por una simple falta de humildad profesional. Como en cualquier área, el mejor aval es un cliente satisfecho.

¿Qué se puede hacer para evitar caer en las manos de un defraudador de este tipo?

Aunque existen muchas posibles recomendaciones adicionales a observar adicionales a los puntos antes mencionados, la principal medida de prevención a implementar deberá ser siempre el escepticismo.

Nuestro “experto” dice que estar certificado: Pregunte dónde, pida se le muestren los documentos que lo avalan, investigue si esta certificación existe; dice contar con una amplia cartera de clientes: pida algunos números y revise los comentarios de estos clientes; dice ser experto en el tema: haga preguntas clave sobre el proyecto, pida que esboce las ideas de forma rápida, pida pros y contras del proyecto; dice que cuenta con un equipo de colaboradores; pida nombres, solicite que estos asistan a las reuniones, etc.

Lamentablemente el área de seguridad no está exenta de defraudadores y vendedores de humo pero que da a responsabilidad del cliente el revisar a fondo las credenciales de quien está contratando. ¿Quiere evitar el robo en su empresa?, empiece por evitar que su “experto” le robe. Infórmese e investigue.