¿A Quién debe ser Aplicada la Entrevista de Investigación?

En varias ocasiones, al ser contratados para llevar a cabo una entrevista de investigación, nos hemos encontrado con que las características del entrevistado lo descartan inmediatamente del proceso, haciendo casi imposible obtener información valiosa. Cuando esto sucede, la entrevista se convierte en un lamentable desperdicio de tiempo y recursos de investigación.

 

Aunque podría pensarse que las escuelas de interrogatorio y entrevista prevén estas situaciones, en la práctica no es así, ya que no existe una metodología que determine sin lugar a duda a quién se le debe aplicar una entrevista de investigación y a quién no.

 

Otro factor que complica la decisión sobre a quién aplicar la entrevista de investigación es que, tradicionalmente estas solo se realizan a personas señaladas como presuntos responsables de los hechos investigados, y aunque existen muchas razones por las cuales los afectados y testigos involucrados pueden mentir u ocultar información, la mayoría de las técnicas de entrevista e interrogatorio descartan por completo a este grupo de personas, llegando incluso, en algunos casos, a afirmar que un afectado o testigo jamás mentiría, lo cual es totalmente falso.

 

Aunque no es una regla infalible, la experiencia nos ha mostrado que, para que una persona sea candidata viable para ser sometida a un proceso de entrevista de investigación, se requiere que pertenezcan a por lo menos uno de estos cinco grupos:

 

1.       Personas con información relevante al caso investigado. Ya sea que la persona se encuentre dentro o fuera de un grupo de posibles responsables, si sabemos o creemos con un alto grado de certeza que cuenta con información relevante que puede ayudarnos a identificar a los responsables, o que puede ampliar la información que hasta este momento tenemos sobre el evento investigado, esta persona debe pasar por un proceso de entrevista de investigación de tipo conformacional.


2.       Personas claramente señaladas por la parte afectada o por testigos. Si la persona está siendo señalada como participante directo en los hechos por un tercero, es importante entrevistarla mediante un proceso confrontacional. Personas señaladas como cómplices por responsables confesos deben incluirse en esta categoría también. Esto resulta aún más valioso cuando la persona ya fue entrevistada y dio una versión diferente a los datos recabados durante la investigación o a los ofrecidos por los testigos del caso.


3.       Personas involucradas a través de evidencia física. Huellas, firmas, sangre, semen, pruebas de ADN, videos de seguridad, así como toda evidencia física que vincule a la persona con los hechos, son razones suficientes para evaluarla a través de una entrevista de investigación confrontacional.


4.       Personas cuya declaración inicial haya sido falsa o hayan omitido información importante. Si durante las entrevistas de indagación o corroboración la persona proporcionó información falsa o con claras omisiones de datos importantes, debe ser entrevistada nuevamente, pero esta vez a través de un proceso de confrontación.


5.       Personas cuya situación los ubique en el centro de la investigación a través de circunstancias (hora, fecha, lugar, puesto, etc.) o documentos (movimientos en cuentas bancarias, registros electrónicos de acceso, bitácoras, etc.). Si existe evidencia real que vincule a la persona con el caso investigado y especialmente que la señale como participante activo en los hechos, es momento de citarla para una entrevista confrontacional.

 

Es importante recordar que, como se menciona en artículos previos (véase el artículo “Los Tipos de Entrevistas de Investigación”), la entrevista de investigación confrontacional toma su nombre no porque sea agresiva, sino porque confronta al entrevistado con la información arrojada por la investigación, con la información proporcionada por otros entrevistados y/o con incongruencias en entrevistas previas a este mismo entrevistado. Esta tiene objetivos claros y debe realizarse en un lugar y bajo condiciones favorables y controladas por el entrevistador.

 

La entrevista confrontacional, al ser una herramienta crítica en la investigación, debe aplicarse con precisión y ética. La selección de candidatos para este proceso depende de factores como la relevancia de la información que poseen, señalamientos directos, evidencia física vinculante, declaraciones previas y circunstancias específicas. Al entender estas “razones viables”, los investigadores pueden optimizar la efectividad del proceso con la intención de obtener información confiable, corroborable y que contribuya al proceso de investigación.


Información sobre los programas de entrenamiento del sistema Entrevista Dirigida de Investigación puede ser obtenida vía email: israel.robledo@controltotalderobos.com