La Detección Científica de la Mentira

Aunque la búsqueda por obtener la mejor metodología para detectar la mentira no es nueva, durante las últimas décadas hemos visto un creciente interés por desarrollar y aprender nuevas técnicas que permitan detectar cuando un individuo está actuando con falta de veracidad, muestra de esto es la gran cantidad de material editorial y de programas de entrenamiento que están disponibles en el mercado.

Estos libros y cursos regularmente son ofrecidos por “expertos” que aseguran ser dueños de la mejor y más moderna técnica para la detección de mentiras, y aunque algunos de estos gurús ofrecen buenos tips, la mayor parte de la información disponible proviene de fuentes teóricas, es copia de documentos ya publicados o en su defecto está basada en la intuición y sentido común de los autores y no en un estudio científico de la detención del engaño.

La detección profesional de la mentira requiere del entendimiento científico y estructurado del Sistema Nervioso Autónomo o SNA.

El Sistema Nervioso Autónomo es la parte del organismo que nos permite reaccionar ante eventos de riesgo o situaciones de estrés como podrían llegar a ser el ataque de un animal salvaje, el estar a punto de caer desde una gran altura, el tener un accidente vehicular o en enfrentar a un jefe molesto porque no hemos completado una tarea que nos fue asignada.

El SNA prepara al individuo para reaccionar ante un riesgo que puede ser tan real como perder la vida ante un agresor o tan imaginario como el estar asustando por un montón de sábanas que parecen tomar una figura siniestra durante una noche oscura. Esto ocurre porque este sistema no distingue ente uno u otro tipo de riesgo sino que simplemente reacciona de forma autónoma cada vez que considera que existe una situación de peligro.

Las reacciones del Sistema Nervioso Autónomo son, tal y como su nombre lo indica, totalmente autónomas y no pueden ser controladas ni manipuladas por el individuo. Estas reacciones fisiológicas ocurren de forma automática cuando el cerebro detecta una situación de riesgo y buscan prepararnos para tomar una de las siguientes acciones: Escondernos del posible riesgo (Parálisis), huir del posible riesgo (Huida) o defendernos del posible riesgo (Pelear).

El SNA tiene a su vez dos componentes vitales: El Sistema Simpático y el sistema Parasimpático.

Mientras que el Sistema Simpático se encargará de preparar el organismo para paralizarse, huir o pelear, el Parasimpático le permitirá regresar a su estado normal una vez que el peligro haya pasado.

Los preparativos realizados por el Sistema Simpático incluyen una serie de poderosas y casi instantáneas reacciones fisiológicas que incluyen la dilatación de la pupila, la inhibición de la salivación, la relajación de los bronquios, la aceleración del impulso cardiaco, la inhibición de la actividad digestiva, la liberación de glucosa por parte del hígado, la secreción de adrenalina y norepinefrina por parte del riñón, la relajación de la vejiga, la contracción del recto, entre otras.

Estas reacciones a su vez producen movimientos involuntarios y reacciones muy específicas en el individuo que pueden ser observadas a simple vista o en su defecto que pueden ser medidas mediante el uso de instrumentos médicos.

Ya que las reacciones fisiológicas provocadas por el Sistema Simpático ocurren cuando el cerebro detecta la presencia de un riesgo ya sea real o imaginario, y que algunas de estas reacciones pueden ser visibles a simple vista o en su defecto detectadas mediante el uso de equipo especializado, podemos asegurar que siempre que un individuo se encuentre ante una situación que considere de riesgo, este tendrá una serie de reacciones fisiológicas características.

Pero, ¿De qué forma afectan estas reacciones en la detección de la mentira?

En un estricto sentido, la mentira representa una situación de riesgo para el individuo ya que si se descubre que este ha falseado u omitido información podrá enfrentar serias consecuencias que van desde el descrédito personal, la pérdida de la confianza de un ser querido, la perdida de una importante venta, la pérdida del empleo, y en los casos más graves hasta la perdida de la libertad. Es decir, el mentir en si no representa riesgo alguno para el individuo, pero la posibilidad de ser descubierto en esta mentira es una situación que toda persona considera como de riesgo, y como ya mencionamos, al estar frente a este tipo de situaciones el Sistema Nervioso Autónomo, y más específicamente el Sistema Simpático actuarán en consecuencia.

Cuando la mentira es generada por un individuo su organismo detonará una serie de cambios fisiológicos en preparación de que esta sea descubierta, y son este tipo de cambios los que al no poder ser controlados, son examinados, evaluados e interpretados por los cazadores profesionales de mentira.

La detección profesional de la mentira consta de procesos diseñados de manera tal que permitan al cazador de mentiras el detectar las variaciones fisiológicas que ocurren en el individuo cuando este falsea u omite información. Técnicas de entrevista como Reid, Wincklander-Zulawski y la Entrevista Dirigida o aparatos como el Polígrafo y el Analizador de Estrés de Voz (VSA) son algunas de las pocas metodologías comprobadas científicamente para detectar la mentira ya sea en un proceso investigativo policial o en un ambiente empresarial.

El entendimiento cabal del Sistema Nervioso Autónomo es el primer paso para entender el proceso que ocurre en la mente y cuerpo de quién miente u omite información, el segundo seguramente será el aprender y dominar una o más metodologías científicas para la detección profesional de la mentira.